Políticas públicas para promover la inversión en infraestructura sostenible

Uncategorized Aug 01, 2020

Por su rol en el proceso de planificación estratégica y de gestión de la inversión pública, los ministerios de hacienda y de finanzas en la región pueden implementar políticas públicas orientadas a promover una mayor inversión pública y privada en infraestructura sostenible. El BID en su blog identifica cuatro oportunidades de acción:

1) Establecer estrategias de largo plazo y vincularlas con la programación de inversiones. La programación de las obras de infraestructura sostenible se debe realizar en el marco de las estrategias y planes de desarrollo nacionales, ya sea que éstas sean de carácter sectorial, o específicas, como son las estrategias de descarbonización. La programación de la inversión en obras de infraestructura sostenible, a su vez, debe ser consistente con los marcos fiscales de mediano plazo, así como con la capacidad gubernamental de gestionar niveles de endeudamiento público que sean sostenibles en el mediano y largo plazo.

2) Mejorar el marco de políticas públicas y regulaciones financieras. Esto implica cambiar las estructuras de los incentivos para promover una infraestructura baja en carbono, a la vez que se reducen o eliminan los subsidios a los combustibles fósiles y se incorpora el precio del carbono en la evaluación del gasto público. También se debe mejorar el marco de políticas y regulaciones financieras, facilitando la inversión en infraestructura sostenible bajo la modalidad de asociaciones público-privadas (APP), que será cada vez más importante en la medida en que el sector público no podrá cubrir por si solo el financiamiento y requerirá de capital privado.

3) Fortalecer la gestión de la inversión pública. La inversión pública registra una tendencia a la baja, lo que exacerba las brechas de infraestructura y pone en evidencia la necesidad de mejorar la calidad y eficiencia de las inversiones. Esta situación debe encararse ampliando las capacidades de gestión pública en todos los sectores y niveles de gobierno.

Algunas de las áreas prioritarias de gestión incluyen:

(i) mejorar los instrumentos de planificación y selección de proyectos, mediante la elaboración de estudios básicos; la revisión de los criterios de selección de proyectos; y la mejora de los mecanismos de coordinación y concertación de las inversiones;

(ii) mejorar los instrumentos de apoyo a la programación de inversiones como son los bancos de proyectos y la preparación de los planes o programas de requerimientos de financiamiento;

(iii) ampliar las capacidades de evaluación de los proyectos, incorporando el costo socio económico del carbono en la evaluación ex ante, estableciendo fondos de preinversión y evaluando los riesgos frente a desastres naturales, entre otros aspectos;

(iv) mejorar la ejecución de los proyectos, favoreciendo la adopción de tecnologías bajas en emisiones de carbono y otorgando la debida atención a los aspectos de operación y mantenimiento, como una forma de ampliar la vida útil de los activos; y

(v) evaluar el logro de los objetivos de desarrollo de los proyectos, de tal manera de contar con los insumos y buenas prácticas requeridos para el diseño de nuevas inversiones.

4) Movilizar financiamiento. Mediante la mitigación de riesgos y otros instrumentos de financiamiento de proyectos, se debería lograr un mayor apalancamiento de recursos destinados a las inversiones en infraestructura sostenible.

Los bancos multilaterales de desarrollo deberían jugar un papel clave en apalancamiento de recursos provenientes de los grandes inversionistas institucionales, interesados en invertir en proyectos verdes o en aquellos que eliminen/reduzcan las emisiones de carbono. Esto es particularmente importante en aquellos países de ALC, donde es posible innovar con instrumentos financieros y profundizar el desarrollo de mercados de capitales nacionales, o donde las calificaciones de riesgo soberano son atractivas para los inversionistas institucionales.

Este es el caso de Chile, que está promoviendo el desarrollo de activos verdes para atraer la inversión extranjera, con el fin de apoyar su desarrollo sostenible y atender las necesidades de infraestructura. Chile ha demostrado su compromiso en el combate al cambio climático y su liderazgo internacional al convertirse en el primer emisor de bonos verdes en el continente americano y el primer emisor no europeo de este tipo de bonos en Europa.

El rol estratégico de los Ministerios de Finanzas

En resumen, la transición hacia una infraestructura sostenible será cada día más importante en todos los países de ALC y requerirá una mayor capacidad institucional y financiera para desarrollar proyectos que contribuyan a reducir las emisiones de carbono.

Esto requerirá una reforma importante de los sistemas de planificación estratégica y de inversiones. Solo de esta forma se mejorará la eficiencia asignativa de las inversiones y se podrán cerrar las brechas haciendo un mejor uso de los recursos existentes. Esta es una tarea en la que los Ministerios de Finanzas jugaran un rol central, como los principales responsables por la optimización en el uso de los recursos destinados a la infraestructura sostenible y el financiamiento verde.

La inversión pública en infraestructura sostenible es clave para el desarrollo en América Latina y el Caribe.

 

Fuente: BANCO INTERAMERICANO DE DESARROLLO. Vea el artículo completo en: https://blogs.iadb.org/gestion-fiscal/es/gestion-estrategica-inversion-infraestructura-sostenible/?j=424583&sfmc_sub=10112619&l=295_HTML&u=8482754&mid=100028582&jb=37